Nassim Taleb, el matemático que predijo la crisis.
Hay matemáticos que se dedican a la investigación matemática y otros a la docencia. Son la mayor parte de ellos. Sin embargo hay otra proporción que se dedica a otros menesteres casi tan importantes, por ejemplo a la economía. Últimamente nos culpaban, a los matemáticos, de haber creado fórmulas de inversión –futuros, opciones, warrants, …- que son las precursoras del crack financiero de Wall Street y a la postre de la crisis económica casi mundial que todavía arrastramos. Los culpables de haber convertido la inversión en Bolsa en un casino financiero. Pero no. Nosotros no. Hemos sido los instrumentos usados por un capitalismo salvaje para saciar a una avaricia desmedida, una codicia sin límites y a la postre, una falta de escrúpulos máxima: se es capaz de hacer lo que sea por tener más, ganar más,…aunque en ello perezcan las clases más desfavorecidas –como siempre ocurre-, tal como ha ocurrido. Vean España. Fiel reflejo de lo que decimos: una sociedad más empobrecida, una clase media en retirada y el número de ricos –en millones de euros-, aumentando (Vean El Mundo ).
Entre estos matemáticos dedicados a la economía tenemos a Nassim Taleb, nacido en Líbano en 1960, es ensayista, investigador y financiero estadounidense, además de miembro del Instituto de Ciencias Matemáticas de Nueva York. Políglota, estudió matemática financiera en París, al tener que abandonar Líbano después de la Guerra Civil de los setenta. Ha ocupado cargos de responsabilidad mundial en entidades financieras –UBS, First Boston, Indosuez, Deutsche Bank, BNP Paribas,..- y ha sido pionero en la creación de algunas herramientas de cobertura de inversiones, como la cobertura del riesgo de cola.(Ver su pág. web)
Su gran éxito llegó con El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable (2007) que es un exabrupto contra la certidumbre reinante, y un anticipo de la crisis que finalmente nos abrasó. El fraude intelectual consistía en hacer creer que el azar estaba ya dominado, en base a repetir creencias y análisis sin contabilizar todos los factores de riesgo –tipo test de stress bancarios-.
Ahora vuelve con Antifrágil, un libro sobre lo que sobresale en esta crisis, lo que sale adelante cuando hay caos y se benefician del desorden; y alerta sobre los peligros de la medicina que damos al enfermo: los efectos secundarios pueden ser, en algunos casos, peor que la enfermedad. Seguro que provocamos mayores riesgos, sin control alguno. Muchos ,dice, de los que aplican medicinas no saben de sus resultados: “las medicinas no sólo nos protegen de las enfermedades, sino que nos crean otras nuevas”. Sigue diciendo: “no te fíes de los expertos, pregúntale que han hecho ellos y cuánto se jugaban”, “ya sabemos lo que no funciona, pero no sabemos si algo nuevo va a funcionar”. Fruto de esas teorías, su vida está llena de ejemplos: no se alimenta de frutas que no tengan nombre hebreo o griego y sólo toma bebidas que tengan contrastados sus resultados, al menos, mil años: café, vino y agua. Todo un portento.
Se dedica a trasladar a modelos matemáticos sus tesis y teorías expresadas en sus libros: “Llevo nueve meses sin leer una sola palabra, solo vivo con las matemáticas…”.
Algunas citas de su primer libro El cisne negro…han dado en el clavo. Vean estas y comprobarán que se ajustan la realidad milimétricamente – pero escrito seis años antes-:
Al parecer, la mayor concentración entre los bancos surte el efecto de hacer menos probables las crisis financieras, pero cuando éstas se producen, son de escala más global y nos golpean con mucha fuerza. Hemos pasado de una ecología diversificada de pequeños bancos, con políticas de crédito diferentes, a una estructura más homogénea de empresas semejantes entre sí. Es verdad que hoy tenemos menos fallos, pero cuando se cometen… tiemblo de pensarlo. Repito: tendremos menos crisis, pero serán más graves
O esta otra:
La gigantesca J.P. Morgan puso en peligro a todo el mundo al introducir en los años noventa el RiskMetrics, un falso método destinado a gestionar los riesgos de las personas, que causó el uso generalizado de la falacia lúdica. [...] (Se ha ido extendiendo un método similar llamado “Value-at-Risk”, que se basa en la medición cuantitativa del riesgo.) Asimismo, cuando observo los riesgos de la institución Fanny Mae, patrocinada por el Estado, se me antoja que está asentada sobre un barril de dinamita, vulnerable al menor contratiempo. Pero no hay que preocuparse; su numeroso personal científico considera que esos sucesos son “improbables”.
Terminaríamos diciendo y haciéndonos partícipes de una de sus frases preferidas y que, hoy día, comparte la inmensa mayoría de la sociedad española: “A los burócratas que nos gobiernan no les afectan sus malas decisiones”.
Otro matemático dedicado a otros menesteres, sobresaliendo en ello, y adivino antigurú, con los pies en el suelo. Hoy día se dice que todo político debería tener a un hombre de ciencia detrás para que le asesorase. Está claro que Nassim Taleb sería uno de ellos, que de economía sabe bastante.AMJ