La Granatkapelle, una capilla muy geométrica de Mario Botta.

Construida a 2087 m. de altitud en los Alpes de Zillertal, en Austria, esta capilla es un monumento a Josef Hofer, uno de los "mineros" degranates (piedras de ántrax), que se consideran  piedras preciosas y dedicada al Beato Engelbert Kolland, quien nació en Ramsau im Zillertal en 1827 como contemporáneo de "Granatenklauber" Hofer y murió como sacerdote y mártir en Siria en 1860. Para llevar a cabo el proyecto se pudo convencer al famoso arquitecto suizo Mario Botta, quien realizó así su primer edificio en Austria, en el año 2013. Como contrapunto a la naturaleza, Botta colocó un cristal de gran tamaño en forma de dodecaedro rómbico en un afloramiento rocoso al este del embalse de Penkenjoch. "La percepción se agudiza especialmente en las montañas" y una pieza de pura geometría como esta capilla ayuda a leer mejor la naturaleza, el paisaje, el cielo y la atmósfera", dice Mario Botta.

Geométricamente se trata de un dodecaedro rómbico formado por 12 tramos idénticos formados por paneles de madera contrachapada de 120 mm de espesor y 5,30 m de lado. El interior de la capilla se caracteriza no solo por el sencillo revestimiento de madera de líneas rectas, sino también por los juegos de luz de la cúpula de cristal del techo y las dos cruces de cristal integradas en la fachada.

  Todo un descubrimiento, a Botta ya lo conocíamos aquí en Matemolivares, pero esta capilla es maravillosa. Arte y geometría en las montañas. AMJ