¡¡No es una huella dactilar!!
Aunque lo parece no lo es. Se trata de una isla croata, en concreto Baljenac, frente a las costas dálmatas, en el sur del país. Apenas tiene 0,14 kilómetros cuadrados de superficie y una longitud de costa de 1.431 metros. Está deshabitada, pero Croacia solicitó recientemente su inclusión en la lista de sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO. La razón es que toda la isla está cubierta por una antigua red de muros bajos de piedra, con un total de unos 23 kilómetros de longitud, formando una especie de cuadrícula que hace que parezca una huella digital humana desde arriba. Fueron erigidos para separar los campos, viñedos y olivares, así como para protegerlos del viento. En cuanto al período, se cree que fueron construidos durante el siglo XIX, aunque es posible que muchos sean anteriores. AMJ
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