Blogia
Matemolivares

La ciencia mide el duende flamenco.

El Pipa y Tia Juana la del Pipa. Soleá porBulerías

Matilde Coral, Chano Lobato y Rancapino: Alegrías

A vueltas con el duende flamenco. Pero ¿qué es el duende? Hay muchas definiciones para este sentimiento, pero los aficionados  intuimos su presencia. En determinados momentos se produce ese volcán del alma y escribíamos en este mismo blog sobre Juan Moneo “el Torta”: Cuando entraba en “trance”, surgía la inspiración, abandonaba la Ciencia y sólo obedecía a la emoción y a su corazón y como escribía San Juan de la Cruz:

Entreme donde no supe,
y quedeme no sabiendo,
toda ciencia trascendiendo.

El Torta, por bulerías.

Antonio Mairena. Soleá de Charamusco.    

 Otras definiciones serían, por mencionar algunas: “el momento en el que se percibe la pureza escénica, estar en trance, el momento de la perfección artística y de la plenitud humana del cantaor y, por ende, del cante flamenco”( A.G. Climent). Domingo Manfredi escribió: “el duende es una situación en la que el cantaor alcanza los límites del trance y transmite a sus oyentes una carga emocional de tal naturaleza que los arrastra al paroxismo, límite con la locura, es cuando los oyentes se rasgan la camisa a tirones y los hombres más enteros, se secan los lagrimones a manotazos”. José Mª Parra, cantaor, dijo: “El duende es un estado de gracia, en el que la excelencia se produce sin el menor esfuerzo”. Incluso García Lorca lo definió como: “poder misterioso que todos sienten y que ningún filósofo explica”.

Ya lo tenemos fijado, aproximadamente, de qué se trata. Lo cierto es que los aficionados sabemos, casi siempre, cuándo se produce. Pero ello parece que no bastaba. Ha tenido que venir la Ciencia  a estudiarlo. Sí, el duende. Lo explicamos.

Enrique el Cojo, por Alegrías.    

Farruco y Farruquito, por Soleá.

Científicos de la Universidad de Granada, concretamente del Centro de Investigación Mente, Cerebro y Comportamiento, han estudiado este fenómeno. Para ello han utilizado la termografía, una técnica aplicada a la Psicología, basada en la temperatura corporal. Lo han estudiado en el baile. Intentaban buscar un criterio para dilucidar en cada ocasión qué bailaor flamenco siente lo que interpreta o no.  Estudiaron a 10 bailaoras con gran experiencia –al menos 10 años bailando- del Conservatorio Profesional de Danza de Granada. Con un termógrafo midieron la temperatura basal y de distintas partes del cuerpo, en reposo, bailando y viendo vídeos de otros bailaores. Los resultados fueron categóricos: la temperatura de la nariz y de los glúteos baja una media de 2.1 ºC mientras baila flamenco y lo siente, y de 1ºC, aproximadamente, cuando veían bailar flamenco. Como la huella térmica está relacionada con el “estrés empático”, en el flamenco esta huella está relacionada con la activación de varias áreas cerebrales, de la empatía y el duende flamenco.Imagen de termografía de una bailaora de flamenco. Imagen: UGR.

Los estudios han demostrado que la técnica ayuda a la bailaora (menor estrés empático), pero no es suficiente. El duende  implica estado emocional contrario a la empatía: la temperatura de nariz y glúteos determina una comprensión emocional del flamenco. Ya tenemos el marcador apropiado: la temperatura de ciertas partes del cuerpo.

 Cuando la ciencia se implica, nos da soluciones.  El estudio ha sido  publicado en  la revista Thermology International, titulado  The Thermal Imprint of Flamenco Duende  de Salazar-López E, Dominguez E, Verdejo J, y  Gómez-Milán E. En una entrevista de la investigadora Elvira Salazar dice que “ hemos medido el duende, todavía la magia del flamenco no se puede medir y creo que no será posible”, pero esperemos que nos den también soluciones - recuerden: la técnica sola no basta- para “medir” el duende en el cante y el toque. Sería el súmmum. AMJ

Chano Lobato, Tomillar y Matilde Coral, Alegrías

José Galván.

0 comentarios