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Matemolivares

1.200 años de la muerte de Carlomagno, el emperador que resucitó las artes y las ciencias.

Hoy 28 de Enero de hace 1200 años –justamente en el 814- murió en Aquisgrán,  Carlos I el grande, Carlomagno. De su imperio, de sus andanzas, de sus conquistas y demás pueden documentarse  en cualquier portal de historia- Artehistoria torredebabel.com-, en Youtube   o en Wikipedia, pero aquí nos vamos a fijar en su contribución al cultivo de las artes y las ciencias, entre otros apartados del saber.

 Después de siglos de barbarie, el arte y la ciencia volvieron a florecer. Es considerado por generaciones posteriores como lo que un rey debería ser. Reunió en su corte a los  más brillantes cerebros: artistas y científicos. Algunos lo consideran como el salvador de Occidente. Su éxito consistió en su admiración por el aprendizaje. El renacimiento de la cultura, la ciencia y las artes se le conoce con el nombre de “renacimiento carolingio”. Multiplicó, por los territorios que ocupaba, las escuelas monásticas y scriptorias –Umberto Eco dijo de ellas “alegres fábricas del saber”-que ya había en Francia. La Escuela Palatina de Aquisgrán, dirigida por Alcuino de York, donde estudió él y sus descendientes, sirvió de modelo para extenderla por toda Europa, divulgando así las ciencias –geometría, aritmética y astronomía- y las artes. Numerosas obras latinas se copiaron y se preservaron gracias a las actividades de estas escuelas. Los  textos antiguos- la mayoría- que llegaron hasta su época, han “sobrevivido” con esas prácticas hasta nuestros días. Se promulgaron decretos –a partir del año  787- que recomendaban abrir las escuelas que existieron o fundar otras nuevas; siglos más tarde se vieron los frutos de estas ”políticas culturales”: las escuelas catedralicias se convirtieron en Universidades. Y desde allí hasta hoy.


Se rodeó de una pléyade florida del saber europeo – el plan Bolonia de ahora se queda en pañales, hablando de 12 siglos antes-. Enumeramos a Alcuino de York, anglosajón; Teodulfo, visigodo; Pedro de Pisa y Paulino de Aquilea, italianos; Angilberto, Eginardo y otros , francos.

 Ordenó que todos sus descendientes fuesen exquisitamente educados, y él mismo estudió retórica, dicción y astronomía con Alcuino de York y  aritmética con Eginardo. Todo esto lo empezó tarde, en su vejez, y por lo tanto dieron poco resultado.

 En el mundo de la Economía hay que resaltar la creación de una moneda , de todo su imperio, la libra carolingia, en 781, que equivalía a una libra de plata, aproximadamente 409 gramos; y que duró más de un milenio, hasta 1795, donde la revolución francesa instauró el franco.

Alcuino creó en Tours, Francia, centro cultural permanente, donde se posibilitó el estudio de las Matemáticas. Si bien es cierto que las matemáticas europeas en este siglo VIII estaban a un nivel ínfimo, prácticamente se limitó al cálculo con el ábaco, la agrimensura, el estudio del calendario y la predicción de las fiestas,  y poco más; la astrología, que obligaba a determinar la posición de los astros, los eclipses,…, hicieron que las matemáticas fuesen indispensables para sus estudiosos. Sin embargo  las bases colocadas en este siglo dieron su fruto dos o tres siglos más tarde.

En el campo de la Estadística, Carlomagno y su padre Pipino el Breve hicieron el primer censo, exhaustivo, de las propiedades de la Iglesia.

Hizo más por la cultura, la ciencia y las artes que muchos de nuestros gobernantes de hoy –no mencionaremos a ninguno- que, la mayoría de los pasos que dan, en estos terrenos, los dan hacia atrás.

Esta frase se le atribuye"¿Cuál es el sueño de los que están despiertos? La esperanza". AMJ

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