Sonetos a D. Juan Caramuel, el Leibniz español.
Hace unos días publicábamos una entrada sobre el desconocido y enciclopédico Juan Caramuel: el Leibniz español. En su libro “Mathesis bíceps”, impreso en 1670, publica un soneto de Pedro de Robles dedicado a él mismo:
Los trozos graves de la antigua Esfera,
En esta nueva fragua recogidos
Tan bien fundados, como bien fundidos
Con luz segunda apagan la primera:
Aunque más se resistan, reverbera
Su esplendor en los menos advertidos,
Y acusando el error de los sentidos,
Hecha aplauso la Envidia lo venera.
¡Oh Caramuel! que bien a tus cuadrantes,
Reduces de las causas los momentos
Sin que sus ejercicios les estorbes
Hallan aquí Astronómicos semblantes,
Zodíaco, influencias, movimientos,
La Luna, el Sol, los Astros, y los Orbes.
También aparece otro soneto dedicado al científico español, éste del escritor Marcos Bravo, canónigo de la catedral de León:
Una inculta montaña y eminente
a otra un poco inferior le da la mano;
que por cerrar el paso al africano
Liga hicieron los dos estrechamente;
Sella el húmedo pie, puerta valiente
de su foso, un castillo soberano,
donde mil veces el valor cristiano
de infiel sangre anegó bárbara gente.
Tú, Caramuel, en Ciencias prodigioso,
a esta máquina das sacro decoro,
uniendo con sus armas lo ingenioso,
y a su cadena que es terror del moro,
que ha fabricado Marte belicoso,
Añade Palas otro eslabón de Oro.
Juan Caramuel, el gran desconocido español. ¡¡Una enciclopedia andante!! AMJ
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