Una simple ecuación y
una compleja historia que contar:
Todo dividido entre pocos,
la pobreza multiplicándose
entre cuatro por cuatros
y absurdas estadísticas.
Miles debajo de la línea de fracción
y dividendos que se escapan en valijas.
A nadie le importa el resto,
mientras la brecha crece más y más
en medio de una cruda realidad
cuyo exponente aparece a la deriva
y en cuya base se encuentra la falta de escrúpulos.
Entre paréntesis sobresalen los términos
de esta suma algebraica que no tiene fin,
añadiéndose el desconcierto y la apatía
a un exceso de trivialidad hiriente
y el constante detrimento de valores.
Sabemos que cada uno de estos factores tiene su raíz
en esta lógica sin sentido y todas sus derivadas...
Es evidente que sin integración
nos exponemos a un fracaso infinito como sociedad,
con productos variables
y algunos resultados a la vista.
0 comentarios