Un día como hoy, 8 de Mayo, de 1959 murió el matemático napolitano Renato Caccioppoli, probablemente el más ilustre matemático italiano. Lo traemos hoy aquí por tener un hueco en la Historia de las Matemáticas, y por, entre otras cuestiones, haber propiciado un avance en lo que hoy se llama ciudadanía, enfrentándose al propio Hitler. Contemos un poco más despacio su vida, la de un personaje encantador y comprometido.
Renato Caccioppoli, un genio desventurado y comprometido.
Nació en Nápoles en 1904. Hijo de un cirujano y Sofía Bakunin; por lo tanto nieto del revolucionario ruso Mijail Bakunin: ¡¡ya traía madera, desde pequeño!!
Vivió en un ambiente cultural refinado y comenzó estudiando Ingeniería, en Nápoles, para terminar dedicándose a las Matemáticas, que a la postre le otorgarían reconocimiento generalizado, en Italia y en el mundo entero. Ya en 1931 era catedrático de Análisis Algebraico en Padua. Fue el primero en los años 30 en establecer la relación entre topología y análisis funcional. En 1934 vuelve a Nápoles, en donde fue profesor de Teoría de Grupos hasta 1943 y de Análisis Matemático hasta su muerte en 1959. Publicó interesantes trabajos(sólo en su estancia en Nápoles publicó más de treinta obras sobre desarrollo de las matemáticas) sobre representación de funciones lineales, la integración en variedades k-dimensionales, demostrando la equivalencia entre sus teorías y las de Lebesgue. Después se dedicó a las ecuaciones diferenciales y a las ecuaciones elípticas y sobre todo al análisis funcional. Dedujo el teorema de armonicidad de las funciones ortogonales; sus últimos trabajos son de 1952-53 y trata de funciones pseudoanalíticas (concepto desarrollado por él).
Perteneció a la Academia de Ciencias Físicas y Matemáticas de Nápoles, a la de Padua, a la Academia Pontanian y a la Dei Lincei. Dirigió gacetas y revistas matemáticas y obtuvo varios premios nacionales por su dedicación a la Ciencia. Incluso también era un excelente pianista. Pero aquí no quedaba todo: era un inconformista y defensor de los derechos del hombre y por lo tanto opuesto a los regímenes fascistas de Italia y Alemania.
Una anécdota resume, un poco, su carácter. En 1938 estaban Hitler y Mussolini de visita en Nápoles cuando en compañía de su compañera Sara Mancuso (que era francesa, muy joven,con apenas 16 años) hizo que sonara el himno francés (La Marsellesa), todo un acto revolucionario en aquel tiempo; para acompañarlo con un improvisado discurso incendiario contra el fascismo y el nazismo, que le supuso una detención inmediata(¡¡ya había sido detenido anteriormente por mendicidad, en su afán de vivir en propias carnes la desgracia de sus semejantes!!). ¡No me digan que no es un acto heroico el dirigirse en un discurso contra Hitler y Mussolini, ambos presentes en el lugar, en 1938! Pues lo hizo nuestro buen amigo….inconformista, antifascista, problemático quizás y sobre todo: comprometido. Hay también alguna otra anécdota más divertida. La reseñamos: durante la época fascista se había prohibido en Italia el paseo con perros pequeños(aducían "poca virilidad"), y para ello nuestro amigo se paseó por el centro de Nápoles con un gallo atado con una cuerda, jajaja.... su iconoclasia seguía patente.
Gracias a su tía María Bakunin, profesora de Química en Nápoles, fue dado por “non compos mentis” (no en su sano juicio) y fue recluido, posteriormente, en un psiquiátrico. Durante su reclusión se dedicó a las Matemáticas y a tocar el piano(ambas aficiones le absorbían todo el tiempo y apenas le quedaba para pensar en su situación, acompañado de enfermos mentales). Su amigo Gianfranco Cimmino lo recordaba así:” Fui a verlo todos los días. Demostró que era consciente de su vida junto a los locos y lo aceptó con serenidad: como un tipo de vida peculiar. Sus amigos y familiares lograron una vigilancia menos estricta hasta que lo sacaron de allí y lo llevaron a casa”. Sus artículos matemáticos los publicaba en una revista científica del Vaticano (Commentationes Pontificiae Academiae Scientiarum"). Incluso llegó a convocar una huelga general en Nápoles en 1943 y después de la II Guerra Mundial fue simpatizante, sin llegar a militar, del Partido Comunista Italiano, del que discrepaba en innumerables ocasiones y de “Partidarios de la Paz”, organización que aglutinaba a toda la izquierda italiana, e incluso a los democristianos, en la que se postulaban por la Paz y el desarme nuclear(algo difícil después de una terrible guerra). Sus últimos años de vida fueron bastante desgraciados: las decepciones en el campo político, acompañadas de la separación de su esposa y mezcladas con su declive en la “producción matemática” hicieron de él un individuo débil. Tan débil que sucumbió al alcohol y el 8 de Mayo de 1959 se suicidó, de un disparo en la cabeza, poniendo fin así a una vida llena de avatares: sufrimiento, fracasos sentimentales, decepción, éxito académico,….
En 1992 Mario Martone dirigió la película ”Muerte de un matemático napolitano” que narra los hechos que lo llevaron al suicidio. Se han escrito muchos libros sobre su enigmática vida y sus éxitos, entre otros Renato Caccioppoli, el enigma de Piero Antonio Toma. Además, el Departamento de Matemáticas de la Universidad de Nápoles lleva su nombre.
Para consultar biografías: en Wikipedia o en St.-Andrews.
Desde aquí el homenaje a un hombre de ciencia y ciudadanía y que observando a la mediocridad del compromiso intelectual de hoy día, aún lo engrandece más. Recordémosle como un hombre comprometido con la Libertad y con la Justicia, además de con la Ciencia Matemática. AMJ.
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Andrea Fusero -