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Matemáticas y Literatura-II-(2014-->)

Los números de Manuel Vicent.

De Manuel Vicent hemos escrito y comentado ya en varias ocasiones en este blog. Escritor y articulista, filósofo y abogado, periodista comprometido y... enamorado del Mediterráneo. De esas columnas de El País, que algunos llevamos leyendo más de veinte años, traemos una de 1994, titulada Los números:

Tal vez el único gran revolucionario que ha habido en la historia fue aquel que después de contar unas habas proclamó oficialmente que dos y dos eran cuatro. Estas cuentas de la vieja han derribado muchos imperios. Para demostrar que dos y dos son cuatro, los matemáticos virtuosos, que no se distinguen de los violinistas superdotados, son capaces de llenar toda una pizarra de raíces cuadradas, ecuaciones, binomios, quebrados o derivadas y formar con estos signos un paisaje pitagórico dentro del cual uno podría albergar cierta esperanza de escapar, pero al final el hecho revolucionario se impone: la última suma, dos más dos, tiene que cuadrar, dando así por terminadas todas las pasiones. Mientras uno vuela, los números, por debajo, van creando una parrilla donde ellos mismos te van a asar. Las cuentas de la vieja han hundido al comunismo. Las habas contadas son igualmente las que reducen a cenizas el sueño de los capitalistas. Sentado a la sombra de una higuera, uno podría decir, a la manera de Pitágoras: la belleza suprema consiste en acomodar el alma a la armonía de las matemáticas. También la fuente de toda bondad es un balance bien cuadrado. Cuando uno vive contra los números, éstos pueden convertirse en el sabueso más terrible. Si huyes, te alcanzan; si sueñas, te matan; si la ambición te pone fuera de las matemáticas, acaban por desintegrarte. Los números fueron royendo como termites la viga maestra de la Unión Soviética hasta que se desplomó con toda su filosofía. Como un rayo en medio de la atmósfera cargada de irracionalidad, el dos y dos son cuatro cae a veces en el centro de Wall Street, destrozando toda su maquinaria. Los financieros más golfos, los banqueros más guapos, han tenido que ser ahorcados sólo por no saber sumar. Las cuentas de la vieja los han aniquilado. Pero también de los números nace la belleza, la moral y la dicha. En su interior guardan todo el placer cuando llueven con armonía sobre el corazón de los contables como el agua mansa.


Hoy 22 de Abril, 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes.

Hoy hace 400 años que murió Cervantes, probablemente el más grande escritor en Lengua Castellana de toda la historia. Es cierto que no sabía muchas matemáticas, sólo aquellas para salir del paso, aunque era un hombre instruido en muchas parcelas del conocimiento. Aunque se merece una entrada muy completa, que ya estoy elaborando;  por recordar el día –redondo- de hoy traemos una cita de su gran libro, El Ingenioso Hidalgo Don  Quijote de la Mancha. En el capítulo XXIX de la segunda parte:
 “…Mucho -replicó don Quijote-, porque de trecientos y sesenta grados que contiene el globo, del agua y de la tierra, según el cómputo de Ptolomeo, que fue el mayor cosmógrafo que se sabe, la mitad habremos caminado, llegando a la línea que he dicho.

 - Por Dios -dijo Sancho-, que vuesa merced me trae por testigo de lo que dice a una gentil persona, puto y gafo, con la añadidura de meón, o meo, o no sé cómo.

 Rióse don Quijote de la interpretación que Sancho había dado al nombre y al cómputo y cuenta del cosmógrafo Ptolomeo.

Todavía Cervantes da por buena la teoría geocéntrica vigente desde el siglo II, la ptolomeica, en detrimento de la copernicana que desde 1547 ya es abrazada en otros lugares europeos. Aunque también cabe tener en cuenta la respuesta de Sancho, mofándose de la afirmación de D. Quijote, llegando a confundir cosmógrafo por gafo –leproso-, Ptolomeo por meo o meón, cómputo por puto. Podría interpretarse  como una mofa de las teorías ptolomeicas.


 Damos por bueno esta pizca  astronómica en su gran libro El Quijote…… y lo recordamos así en esta efeméride tan especial. AMJ


Matemáticas en "El nombre de la Rosa". Pequeño homenaje a Umberto Eco.

El pasado 19 de Febrero ha muerto Umberto Eco,” el hombre que lo sabía todo”. Un semiólogo que llegó al público con “El nombre de la Rosa” -30 millones de libros vendidos- y que escribió más de medio centenar de ensayos de variada temática, de ahí su sobrenombre de Sabio pero como escribe Juan Cruz, “era un sabio que conocía todas las cosas simulando que las ignoraba para seguir aprendiendo”. Esa es la clave. Umberto Eco nunca atropelló a nadie con su infinita sabiduría.

  En este rincón de Literatura y Matemáticas le vamos a traer todas  -o casi- las aventuras científicas  de Eco en “El nombre de la Rosa” y sus incursiones numéricas y matemáticas: las hay a gusto de todos. Como sabemos la novela “El nombre de la rosa” está ambientada  en el siglo XIV y narra la investigación que realizan Guillermo de Baskerville y Adso de Melk sobre una serie de misteriosos crímenes que suceden en una abadía de los Apeninos italianos, famosa por su impresionante biblioteca.

En esa obra vamos a comenzar por sus afirmaciones sobre la ciencia matemática:

Pues bien, Adso, usaremos las ciencias matemáticas. Sólo en las ciencias matemáticas, como dice Averroes, existe identidad entre las cosas que nosotros conocemos y las cosas que se conocen en modo absoluto.

-Entonces reconoced que admitís la existencia de conocimientos universales. -Los conocimientos matemáticos son proposiciones que construye nuestro intelecto para que siempre funcionen como verdaderas, porque son innatas o bien porque las matemáticas se inventaron antes que las otras ciencias. Y la biblioteca fue construida por una mente humana que pensaba de modo matemático, porque sin matemáticas es imposible construir laberintos. Por tanto, se trata de confrontar nuestras proposiciones matemáticas con las proposiciones del constructor, y puede haber ciencia de tal comparación, porque es ciencia de términos sobre términos.

                                 

 Haremos una recopilación abundante  de conceptos matemáticos y geométricos:

         .../...Y lo que observamos, comentó Guillermo mientras me hacía tomar unos apuntes muy detallados en mi tablilla, fue que en cada muro había dos ventanas, y en cada torreón cinco.

-Ahora razona --dijo mi maestro---.

En cada una de las habitaciones que visitamos había una ventana...

 -Salvo en las de siete lados.

-Es natural, porque son las que están en el centro de cada torre.

-Y salvo otras que no eran heptagonales y tampoco tenían ventanas. Olvídalas. Primero encontraremos la regla. Después trataremos de justificar las excepciones. Por tanto, en la parte exterior tendremos cinco habitaciones por torre y dos habitaciones por muro, cada una de ellas con una ventana. Pero si desde una habitación con ventana se camina hacia el interior del Edificio, aparece otra sala con ventana. Signo de que esas ventanas son internas. Ahora bien, ¿qué forma tiene el pozo interno, tal como se ve desde la cocina y el seriptorium?

–Octagonal.

-Perfecto. Y a cada lado del octágono pueden perfectamente abrirse dos ventanas. Eso significa, quizá, que en cada lado del octágono hay dos habitaciones internas. ¿Estoy en lo cierto?

-Sí. pero ¿y las habitaciones sin ventana?

 -En total son ocho. Cinco de las paredes de las salas heptagonales internas corresponden a otras tantas habitaciones en cada torreón. ¿A qué corresponden las dos paredes restantes? No a una habitación que daría al exterior, porque en tal caso deberían verse las ventanas en el muro. Tampoco corresponden a una habitación dispuesta junto al octágono, por las mismas razones, y además porque en ese caso serían habitaciones demasiado largas. En efecto, trata de dibujar la imagen de la biblioteca vista desde ’arriba, y verás que por cada torre deben existir dos habitaciones que limitan con la habitación heptagonal y que, por el lado opuesto, comunican con otras dos habitaciones, situadas a su vez junto al pozo octagonal interno. Intenté dibujar el plano que mi maestro me había sugerido, y lancé un grito de triunfo.

 -¡Pero entonces ya lo sabemos todo! Dejadme contar... ¡La biblioteca tiene cincuenta y seis habitaciones, cuatro de ellas heptagonales, y cincuenta y dos más o menos cuadradas, ocho de estas últimas sin ventana, y veintiocho dan al exterior mientras dieciséis dan al interior!

 -Y cada uno de los cuatro torreones tiene cinco habitaciones de cuatro paredes y una de siete... La biblioteca está construida de acuerdo con una proporción celeste a la que cabe atribuir diversos y admirables significados.

-Espléndido descubrimiento, pero entonces, ¿por qué es tan difícil orientarse en ella?

 -Porque lo que no corresponde a ley matemática alguna es la disposición de los pasos. Unas habitaciones permiten acceder a varias otras. Las hay, en cambio, que sólo permiten acceder a una única habitación. Incluso cabe preguntarse si no habrá habitaciones desde las, que sea imposible acceder a cualquier otra. Si piensas en esto, además en la falta de luz, en la imposibilidad de guiarse por la posición del sol, a lo que hay que añadir las visiones y los espejos, comprenderás que el laberinto es capaz de confundir a cualquiera que lo recorra, turbado ya por un sentimiento de culpa. Pienso, además, en lo desesperados que estábamos ayer noche cuando no lográbamos encontrar la salida. El máximo de confusión logrado a través del máximo de orden: el cálculo me parece sublime. Los constructores de la biblioteca eran grandes maestros. -¿Cómo haremos para orientarnos?  

-Ahora no será difícil. Con el mapa que acabas de trazar, y que, mal que bien, debe de corresponder al plano de la biblioteca, tan pronto como lleguemos a la primera sala heptagonal trataremos de pasar a una de las dos habitaciones ciegas. Desde allí, si caminamos siempre hacia la derecha, después de tres o cuatro habitaciones, deberíamos llegar otra vez a un torreón, que sólo podrá ser el torreón septentrional, hasta que lleguemos a otra habitación ciega, que, por la izquierda, limitará con la sala heptagonal, y, por la derecha, deberá permitimos un recorrido similar al que acabo de describirte, al cabo del cual llegaríamos al torreón de poniente.

 -Sí. Suponiendo que todas las habitaciones comuniquen con otras habitaciones...

-Así es. Por eso necesitaremos tu plano, para marcar cuáles son las paredes sin abertura, y saber qué desviaciones vamos haciendo. Pero será bastante sencillo.

 -¿Seguro que resultará? -pregunté perplejo, porque me parecía demasiado sencillo.

 -Resultará. «Omnes enim causae effectuum naturalium dantur per lineas, angulos et figuras. Aliter enim. impossibile est scire propter quid in illis» -citó-. Son palabras de uno de los grandes maestros de Oxford. Sin embargo, lamentablemente, aún no lo sabemos todo. Hemos descubierto la manera de no perdernos. Ahora se trata de saber si existe una regla que gobierna la distribución de los libros en las diferentes habitaciones. Y los versículos del Apocalipsis no nos dicen demasiado, entre otras razones porque hay muchos que se repiten en diferentes habitaciones...

-¡Sin embargo, del libro del apóstol habrían podido extraerse mucho más que cincuenta y seis versículos! -Sin duda. De modo que sólo algunos versículos sirven. Es extraño. Como si hubiese habido menos de cincuenta que sirvieran; treinta, veinte ... ¡Oh, por la barba de Merlín!

-¿De quién?

 -No tiene importancia, es ... un mago de mi tierra... ¡Han usado tantos versículos como letras tiene el alfabeto! ¡Sin duda es así! El texto de los versículos no importa, sólo importan las letras iniciales. Cada habitación está marcada por una letra del alfabeto, ¡y todas juntas componen un texto que debemos descubrir!

-Como un carmen figurativo, ¡con forma de cruz o de pez!

 -Más o menos, y es probable que en la época en que se construyó la biblioteca ese tipo de cármenes estuviesen de moda.

 -¿Y dónde empieza el texto?

 -En una inscripción más grande que las otras, en la sala heptagonal del torreón por el que se entra... 0 bien... Sí, ¡en las frases que están en rojo!

 -¡Pero son tantas!

         

Y continuaba hablando sobre la Ciencia: 

 Los franciscanos que yo había conocido en Italia y en mi tierra eran hombres simples, a menudo iletrados, y la sabiduría de Guillermo me sorprendió. Pero él me explicó sonriendo que los franciscanos de sus islas eran de otro cuño: «Roger Bacon, a quien venero como maestro, nos ha enseñado que algún día el plan divino pasará por laciencia de las máquinas, que es magia natural y santa…./… 

…/…-¡Qué maravilla! -seguía diciendo Nicola-. Sin embargo, muchos hablarían de brujería y de manipulación diabólica. . .

-Sin duda, puedes hablar de magia en estos casos -admitió Guillermo-. Pero hay dos clases de magia. Hay una magia que es obra del diablo y que se propone destruir al hombre mediante artificios que no es lícito mencionar. Pero hay otra magia que es obra divina, ciencia de Dios que se manifiesta a través de la ciencia del hombre, y que sirve para transformar la naturaleza, y uno de cuyos fines es el de prolongar la misma vida del hombre.                 

Esta última magia es santa, y los sabios deberán dedicarse cada vez más a ella, no sólo para descubrir cosas nuevas, sino también para redescubrir muchos secretos de la naturaleza que el saber divino ya había revelado a los hebreos, a los griegos, a otros pueblos antiguos e, incluso hoy, a los infieles (¡no te digo cuántas cosas maravillosas de óptica y ciencia de la visión se encuentran en los libros de estos últimos!). Y la ciencia cristiana deber recuperar todos estos conocimientos que poseían los paganos y poseen los infieles.

-Pero, ¿por qué los que poseen esa ciencia no la comunican a todo el pueblo de Dios? -Porque no todo el pueblo de Dios está preparado para recibir tantos secretos, y a menudo ha sucedido que los depositarios de esta ciencia fueron confundidos con magos que habían pactado con el diablo, pagando con sus vidas el deseo que habían tenido de compartir con los demás su tesoro de conocimientos…./…

…/…“Pero a menudo los tesoros de la ciencia deben defenderse, no de los simples, sino de los sabios. En la actualidad se fabrican máquinas prodigiosas, de las que algún día te hablaré, mediante las cuales se puede dirigir verdaderamente el curso de la naturaleza.”  

        

Conceptos geométricos o el número y su significado aparecen por toda la novela. Veamos algunas muestras de ello:

     

…/… Tres órdenes de ventanas expresaban el ritmo ternario de la elevación, de modo que lo que era físicamente cuadrado en la tierra era espiritualmente triangular en el cielo. Al acercarse más se advertía que, en cada ángulo, la forma cuadrangular engendraba un torreón heptagonal, cinco de cuyos lados asomaban hacia afuera; o sea que cuatro de los ocho lados del octágono mayor engendraban cuatro heptágonos menores, que hacia afuera se manifestaban como pentágonos.

                

Evidente, y admirable, armonía de tantos números sagrados, cada uno revestido de un sutilísimo sentido espiritual. Ocho es el número de la perfección de todo tetrágono; cuatro, el número de los evangelios; cinco, el número de las partes del mundo; siete, el número de los dones del Espíritu Santo…/…

Como las ventanas eran cuarenta (número verdaderamente perfecto, producto de la decuplicación del cuadrágono, como si los diez mandamientos hubiesen sido magnificados por las cuatro virtudes cardinales)…/…

                     

Y sobre  el número 3 escribía:

-Admirable fortaleza --dijo,--, en cuyas proporciones refulge la misma regla áurea que guió la construcción del arca. Dispuesta en tres plantas, porque tres es el número de la trinidad, tres fueron los ángeles que visitaron a Abraham, los días que pasó Jonás en el vientre del gran pez, los que Jesús y Lázaro permanecieron en el sepulcro; las veces que Cristo pidió al Padre que apartase de él el cáliz amargo, las que se retiró para rezar con los apóstoles. Tres veces renegó Pedro de él, y tres veces apareció ante los suyos  después de la resurrección. Tres son las virtudes teologales, tres las lenguas sagradas, tres las partes del alma, tres las clases de criaturas intelectuales, ángeles, hombres y demonios, tres las especies del sonido, vox, flatus y pulsus; tres las épocas de la historia humana, antes, durante y después de la ley.               

También sobre el número 4:

  …/…-Pero también la forma cuadrada -prosiguió el Abad- es rica en enseñanzas espirituales. Cuatro son los puntos cardinales, las estaciones, los elementos, y el calor, el frío, lo húmedo y lo seco, el nacimiento, el crecimiento, la madurez y la vejez, y las especies celestes, terrestres, aéreas y acuáticas de los animales, los colores que constituyen el arco iris y la cantidad de años que se necesita para que haya uno bisiesto. -¡Oh, sin duda! Y tres más cuatro da siete, número místico por excelencia, y tres multiplicado por cuatro da doce, como los apóstoles, y doce por doce da ciento cuarenta y cuatro, que es el número de los elegidos…./…  

 Sobre las unidades de medida:

  -En cuanto a eso, una familia normal llega a tener unas cincuenta tablas de terreno. -¿Cuánto es una tabla? -Naturalmente, cuatro trabucos cuadrados. -¿Trabucos cuadrados? ¿Y cuánto es eso? Treinta y seis pies cuadrados por trabuco. 0, si prefieres, ochocientos trabucos lineales equivalen a una milla piamontesa. Y calcula que una familia, en las tierras situadas hacia el norte, puede cosechar aceitunas con las que obtienen no menos de medio costal de aceite. -¿Medio costal? -Sí, un costal equivale a cinco heminas, y una hemina a ocho copas.

-Ya entiendo -dijo mi maestro desalentado-. Cada país tiene sus propias medidas. Vosotros, por ejemplo, ¿medís el vino por azumbres? ---0 por rubias. Seis rubias hacen una brenta, y ocho brentas un botal. Si lo prefieres, un rubo equivale a seis pintas de dos azumbres. 

Había más pero con la muestra nos vale para “certificar” el acertado acercamiento de Umberto Eco a la Ciencia. Desde aquí este pequeño homenaje a quien tanto nos dio. AMJ


Día Internacional del Libro, también matemático.

Hoy, 23 de Abril, se conmemora el Día Internacional del Libro, celebrado internacionalmente con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y los derechos de autor. Desde que fue promulgado por la Unesco en 1995, esta celebración es seguida por más de cien países. Desde estas humildes páginas matemáticas le vamos a traer una lectura matemática sacada de la principal obra en español: "El Quijote" de Miguel de Cervantes -al que le debemos una entrada en este blog-.

 Se trata de un trozo del capítulo LXXI, de la 2ª parte, donde Sancho Panza hace valer que el cálculo mental era también una de sus especialidades:

- Ellos -respondió Sancho- son tres mil y trescientos y tantos; de ellos me he dado hasta cinco: quedan los demás; entren entre los tantos estos cinco, y vengamos a los tres mil y trescientos, que a cuartillo cada uno, que no llevaré menos aunque todo el mundo me lo mandase, montan tres mil y trescientos cuartillos, y son los tres mil, mil y quinientos medios reales, que hacen setecientos y cincuenta reales; y los trescientos hacen ciento y cincuenta medios reales, que vienen a hacer setenta y cinco reales, que juntándose a los setecientos y cincuenta, son por todos ochocientos y veinticinco reales. Éstos separaré yo de los que tengo de vuestra merced, y entraré en mi casa rico y contento, aunque bien azotado [...]

 Pero estamos en estos tiempos de los instrumentos informáticos variados y sus aplicaciones; el libro, por lo tanto, en una muy segunda división, que calibra muy bien Forges en esta viñeta:

Lo dicho: a leer un poquito, no alimenta, pero alimenta el alma y el espíritu. AMJ

Mariano José de Larra, romántico democrático.

Mariano José de Larra (Madrid, 1809-1837) fue un escritor, periodista y político español, encuadrado dentro del Romanticismo español. Agudo  observador de la realidad social y cultural y de las costumbres del país, escribió gran número de artículos en la prensa del momento, donde critica el absolutismo y el carlismo, representando su opción política: el romanticismo democrático. En su artículo Vuelva usted mañana… muestra el descontento con el país, sus políticos y, en general, con la forma de llevar las “cosas de gobierno” y sobre todo, la lentitud y pereza de la administración -¡como ahora!-.

   

En sus Artículos de costumbres, en el titulado “Donde las dan las toman", escribe:

 "La demostración de matemáticas más complicada, como, por ejemplo, la de uno de los purismos de Euclides, no lo es tanto como el mecanismo de algunos relojes y de las diferentes operaciones interesantes y variadas de diversas artes». El Duende combatió esto, y una de sus razones fue ¿cómo podrá ser cosa más fácil ser un relojero que un matemático? ¿Cómo se necesitará menos genio (expresión del Correo), inteligencia y sagacidad para ser un maquinista que para ser un físico? ¿No es verdad que ningún relojero hubiera hecho nunca un reloj si no se hubiese valido de un matemático que le hubiese dado los datos que le eran indispensables? Sin las matemáticas, sin la Física, que se apoya toda en ellas, ¿hubiera podido dar un paso solo un maquinista? Claro es que no. Luego ¿quién es más? ¿Quién necesita más genio, inteligencia y sagacidad? ¿El físico y matemático que inventan las bases, sin cuyo apoyo nadie podría dar un paso, o el maquinista y relojero, que caminan sobre estos datos, sin los cuales no pueden hacer nada? Esto quedó probado; los señores redactores no han creído conveniente confesarse vencidos; esto es muy natural, y se han contentado con decir»bárbaro Duende, estudiantillo, ignaro; no prueba nada», como quien dice, ¿quién será él cuando tiene razón? "

Sin duda muchos Larra necesitaríamos en estos tiempos de hoy, decadentes, crispados y corruptos. AMJ

Gadsby de E.V. Wright, un lipograma atípico.

Traemos hoy a un escritor americano. Se trata de Ernest Vincent Wright(1872 – 1939),  conocido por uno sólo de sus libros  Gadsby. Y ¿qué tiene de extraño este libro? Pues que sus , aproximadamente 50.000 palabras no contienen la letra e, se trata pues de un lipograma . Tardó casi 5 meses en escribirlo, con la letra e anulada en la máquina de escribir –¡¡para que no se escapara ninguna involuntariamente!!-. Las mayores dificultades surgieron en los tiempos verbales –el pasado!!-, las abreviaturas y los números –no pudo utilizar ninguna cifra desde el siete hasta el treinta: todas llevan e, en inglés-. Los problemas numéricos surgieron  al introducir jóvenes en la novela; también las fechas fueron un problema.


La historia, cuyo protagonista es John Gadsby, transcurr en la primera parte del siglo XX, donde un cincuentón alarmado por por el declive de su ciudad natal, Branton Hills, decide formar una banda de jóvenes para mejorar el nivel de vida y el espíritu cívico. Para los que quieran leerla pueden hacerlo aquí: Gadsby. Y les dejamos con el comienzo del capítulo 1, donde pontifica sobre los comienzos de la niñez y la escuela, ¡¡Y vean que la letra e no aparece por ningún lado!!

If youth, throughout all history, had had a champion to stand up for it; to show a doubting world that a child can think; and, possibly, do it practically; you wouldn’t constantly run across folks today who claim that “a child don’t know anything.” A child’s brain starts functioning at birth; and has, amongst its many infant convolutions, thousands of dormant atoms, into which God has put a mystic possibility for noticing an adult’s act, and figuring out its purport.

Up to about its primary school days a child thinks, naturally, only of play. But many a form of play contains disciplinary factors. “You can’t do this,” or “that puts you out,” shows a child that it must think, practically or fail. Now, if, throughout childhood, a brain has no opposition, it is plain that it will attain a position of “status quo,” as with our ordinary animals. Man knows not why a cow, dog or lion was not born with a brain on a par with ours; why such animals cannot add, subtract,  or obtain from books and schooling, that paramount position which Man holds today.

But a human brain is not in that class. Constantly throbbing and pulsating, it rapidly forms opinions; attaining an ability of its own; a fact which is startlingly shown by an occasional child “prodigy” in music or school work. And as, with our dumb animals, a child’s inability convincingly to impart its thoughts to us, should not class it as ignorant…./…

Ernest V. Wright, sin duda un escritor atípico. AMJ

Mateo Alemán, "en cualquier acaecimiento, más vale saber que haber".

Este año 2014 hace 400 años de la muerte de Mateo Alemán,   autor de uno los libros más leídos de la novela picaresca, “Guzmán de Alfarache” publicado en 1599(y la 2ª parte en 1604. Su libro, que fue un éxito editorial, no sólo en España, sino  también en Europa y además tuvo el privilegio de vivir para contarlo, aunque según algunas tesis últimas, a pesar del “boom editorial”, murió en la pobreza más severa, en México, a los 67 años.

Mateo Alemán, el sevillano que escribió el primer «best-seller» de la historia

Sevillano de nacimiento y bautizado en la céntrica Iglesia del Salvador, estudió Humanidades y Medicina (Salamanca y Alcalá de Henares, pero sin concluirla). Dedicado a la recaudación de distintos impuestos y subsidios, sus negocios les llevan a la cárcel de Sevilla (cerca de tres años), donde aprende las artes de criminales y rufianes, que más tarde plasma tan bien en su libro. Entre otras ocupaciones, fue Hermano Mayor de la Cofradía del Silencio de Sevilla. En 1608 pasa a México, donde finalmente muere.

 Su obra principal, el “Guzmán de Alfarache”(léanlo completo en este enlace) destila un pesimismo que proviene de las vivencias del autor, observando la degeneración moral en la que se está hundiendo la sociedad española y la corrupción existente. Parece que estamos describiendo la sociedad española actual- nos haría falta , quizás, un Mateo Alemán para que nos la describiese o nos conformaremos con Torrente-.

 Mateo Alemán © J. Bedmar/Iberfoto

 En esa novela picaresca tiene un acercamiento a la ciencia. Transcribimos un párrafo del capítulo VII, donde es despedido de su amo, y nos da  su visión sobre ella:

 En cualquier acaecimiento, más vale saber que haber; porque, si la Fortuna se rebelare, nunca la ciencia desampara al hombre. La hacienda se gasta, la ciencia crece, y es de mayor estimación lo poco que el sabio sabe que lo mucho que el rico tiene. No hay quien dude los excesos que a la Fortuna hace la ciencia, no obstante que ambas aguijan a un fin de adornar y levantar a los hombres. Pintaron varios filósofos a la Fortuna en varios modos, por ser en todo tan varia; cada uno la dibujó según la halló para sí o la consideró en el otro. Si es buena, es madrastra de toda virtud; si mala, madre de todo vicio, y al que más favorece, para mayor trabajo lo guarda. Es de vidro, instable, sin sosiego, como figura esférica en cuerpo plano. Lo que hoy da, quita mañana. Es la resaca de la mar. Tráenos rodando y volteando, hasta dejarnos una vez en seco en los márgenes de la muerte, de donde jamás vuelve a cobrarnos, y en cuanto vivimos obligándonos, como a representantes, a estudiar papeles y cosas nuevas que salir a representar en el tablado del mundo.

Cualquier vario acaecimiento la descompone y roba, y lo que deja perdido y desafuciado remedia la ciencia fácilmente: ella es riquísima mina descubierta, de donde los que quieren pueden sacar grandes tesoros, como agua de un caudaloso río, sin que se agote ni acabe. Ella honra la buena fortuna y ayuda en la mala. Es plata en el pobre, oro en el rico y en el príncipe piedra preciosa. En los pasos peligrosos, en los casos graves de fortuna, el sabio se tiene y pasa, y el simple en lo llano trompieza y cae. No hay trabajo tan grande en la tierra, tormenta en la mar ni temporal en el aire, que contraste a la ciencia; y así debe desear todo hombre vivir para saber y saber para bien vivir. Son sus bienes perpetuos, estables, fijos y seguros.

Preguntarásme: «¿Dónde va Guzmán tan cargado de ciencia? ¿Qué piensa hacer con ella? ¿Para qué fin la loa con tan largas arengas y engrandece con tales veras? ¿Qué nos quiere decir? Mateo Alemán ¿Adónde ha de parar?» Por mi fe, hermano mío, a dar con ella en un esportón, que fue la ciencia que estudié para ganar de comer, que es una buena parte della; pues quien ha oficio ha beneficio y el que otro no sabía para pasar la vida, tanto lo estimé para mí en aquel tiempo, como en el suyo emóstenes la elocuencia y sus astucias Ulises”.

Sin duda, ya hace seis siglos sabían la importancia de la ciencia en el devenir del hombre, pero parece que ahora, en estos tiempos, a muchos se les ha olvidado. AMJ

Emilio Lledó, Premio Nacional de las Letras.

Hoy ha obtenido el Premio Nacional de las Letras 2014, Emilio Lledópor aunar en su obra la Literatura y la Filosofía. 

Este baluarte de la decencia y el compromiso con lo público nació en Triana, Sevilla, en 1927.  Su familia es de ascendencia aljarafeña -de Salteras, un pequeño pueblecito del Aljarafe sevillano donde veraneaba con su familia- y después de marchar a Madrid, estudió Filosofía y Letras y Filología Clásica y ha sido profesor de Instituto y Universidad - Heidelberg, La Laguna, Barcelona, Uned-. Hijo predilecto de Andalucía y premiado en numerosas ocasiones -el María Zambrano o el José Luis Sampedro-. Entre otros ha publicado "El epicureísmo", "Filosofía y lenguaje", "Elogio de la infelicidad" y "Los libros y la Libertad.

 Lean una de las últimas entrevistas publicada en La marea  sobre la situación de la enseñanza actual. No tiene desperdicio. Ver también ieturolenses.org

En una entrevista en El País decía sobre nuestra ciencia, la Matemática,  en referencia al anumerismo y a la manipulación informativa: "Esta ciencia es una lucha constante con la verdad porque en ella, en su exactitud, no caben las ideas mentirosas". Lledó recuerda su etimología: "del griego máthema, aprender. Y no solo aprender, sino experimentar. Y no solo experimentar, sino deducir. Y no solo deducir, sino demostrar. Y no solo demostrar, sino estar en contacto con lo verdadero. "Y todo esto no puede estar muy de moda en un universo que tiende a la falsedad".

 Se trata sin duda del faro al que mirar y seguir, en este mundo que nos ha tocado vivir, tan pobre él. AMJ

(Inaugurando la Biblioteca que lleva su nombre en IES Ítaca, Tomares(Sevilla)).

Los tontos miran la matemática desde una respetuosa distancia, de Sábato.

"Existe una opinión generalizada según la cual la matemática es la ciencia más difícil cuando en realidad es la más simple de todas. La causa de esta paradoja reside en el hecho de que, precisamente por su simplicidad, los razonamientos matemáticos equivocados quedan a la vista. En una compleja cuestión de política o arte, hay tantos factores en juego y tantos desconocidos e inaparentes, que es muy difícil distinguir lo verdadero de lo falso. El resultado es que cualquier tonto se cree en condiciones de discutir sobre política y arte -y en verdad lo hace- mientras que mira la matemática desde una respetuosa distancia".


Ya teníamos una entrada aquí, en este blog, Ernesto Sábato, el escritor matemático. Hoy traemos un trozo del libro Uno y el Universo (1945), en el que analiza matemática, política y arte de manera bastante certera, que aunque ya la tenemos recogida, es bueno recordarla de nuevo. AMJ

Bioy Casares, el método y el orden.

El pasado 15 de Septiembre se ha conmemorado en Argentina el centenario del nacimiento de uno de los más grandes escritores en lengua española: Adolfo Bioy Casares. Galardonado con el Premio Cervantes en 1990, fue un escritor que cultivó los generos de novela fantástica y de ciencia ficción.

 En una entrevista de 1987, que pidió que no se publicara - por sus opiniones sobre la dictadura militar y que ha visto la luz recientemente- comenta: "Fui un pésimo estudiante de primer año, bloqueado porque no entendía álgebra ni matemáticas, y llegué a no saber estudiar. Apareció un buen profesor, Felipe Fernández, que me enseñó matemáticas en su casa y así descubrí el método y el orden, descubrí las matemáticas y quise ser matemático. Si él no hubiera muerto, a lo mejor hubiera sido matemático. Sus lecciones permitieron que después escribiera libros de trama bastante complicada, como La invención de Morel y Plan de evasión, que requerían un cierto orden.

Ver el artículo "No sólo aprobarás trigonometría, sabrás matemáticas", en Ztfnews.

  La impronta del orden y la minuciosidad, cualidad adquirida en el desarrollo de su talento matemático -abortado por los acontecimientos que relata- la dejó después en toda su obra; buscando siempre una construcción perfecta: matemática. AMJ

Diario de un genio, de Salvador Dalí.

     Desde hace siglos la humanidad se afana por captar la forma y reducirla a elementales volúmenes geométricos. Leonardo tendía a fabricar huevos que, según Euclides, debían ser la forma más perfecta. Ingres prefería las esferas y Cézanne, los cubos y los cilindros. Pero únicamente Dalí, gracias a los vericuetos de su hipocresía elevada al paroxismo que le había llevado a dejarse obsesionar exclusivamente por los rinocerontes, acaba de encontrar la verdad. Todas las superficies un poco curvas del cuerpo humano poseen el mismo lugar geométrico común, que es el que se encuentra en este cono, con el extremo redondeado y curvado hacia el cielo o hacia la tierra y angélicamente inspirador de un deslizamiento hacia la perfección absoluta, ¡el cuerno del rinoceronte

Del libro Diario de un genio, de Salvador Dalí.  

Dalí pensaba, como aquí lo escribe, que el cuerno del rinoceronte era la perfección matemática. Aquí lo vemos en el cuadro "La máxima velocidad de la Madonna de Rafael"(1954).

O en esta otro "Figura rinoceróntica del Ilisos de Fidias". AMJ


Pío Baroja, el árbol de la Ciencia y más.

Pío Baroja (San Sebastián 1872; Madrid, 1956) fue un escritor español de la Generación del 98. Terminó la carrera de Medicina en Valencia y en su obra, los galenos aparecen por doquier. Agnóstico, tuvo que “pelearse” con medio pueblo de Cestona (Guipúzcoa), su primera plaza de médico, y ello le hizo abandonar la profesión y dedicarse a la Literatura.  Escribió su primer libro, Vidas Sombrías, en 1900 y fue todo un éxito. Después vendrían otros como: Zalacaín el aventurero, La busca, El árbol de la ciencia o Las inquietudes de Shanti Andía.

 

 De su formación científica deja constancia clara y diáfana en su obra, adentrándose también en la Matemática. De ello les traemos varias pinceladas:

En La Guerra civil en la Frontera, en el tomo VIII, toda una declaración de intenciones:

…/…Yo siempre he creído que, a medida que pase el tiempo, la ciencia ha de dirigir los países y la humanidad entera. La ciencia es la cantidad de verdades que va encontrando el hombre a lo largo de la historia. Muchas de estas verdades parece que no tienen por el momento interés humano, pero se puede suponer que lo han de tener algún día, si no inmediatamente, con el tiempo. No hay para qué decir que yo creo en el perfeccionamiento más o menos dentro de la especie humana. Lo que no creo es que se deba confundir la ciencia con las generalizaciones prematuras. Éstas se prestan a errores que cuestan la vida a infinidad de hombres. Si en la teoría soy completamente evolucionista, no siempre estoy conforme en los procedimientos que los progresistas consideran los mejores. …/…


Aquí aparece en la película sobre su libro"Zalacaín el aventurero, de Juan de Orduña(1955).

En Cuentos, en el titulado  Parábola escribe:

Y no encontré la dicha.

Y cuando el poderío se me hizo repulsivo, quise ser sabio, y estudié en Egipto, y en Babilonia y en Persia, y en Caldea, y medí la distancia de los astros, y calculé las alturas del sol. Y vi que en la mucha sabiduría hay mucha molestia y que quien añade ciencia añade dolor.

Y no encontré la dicha.

 Ya repite en otras obras esto de que el excesivo conocimiento disminuye la felicidad. 

El árbol de la ciencia” es una de las obras cumbre de Baroja.  La escribió  en 1911 y trata sobre la vida de Andrés Hurtado, estudiante de Medicina, en el Madrid de finales del siglo XIX. Al parecer es la vida del novelista, que entre otras hazañas, no guardaba buenos recuerdos de sus profesores.  El asunto central es la protesta social y política, denominador común de toda la generación del 98.

En esta novela podemos encontrar bastantes referencias matemáticas:

…/…Al decir Andrés que la vida, según Letamendi, es una función indeterminada entre la energía individual y el cosmos, y que esta función no puede ser más que suma, resta, multiplicación y división, y que no pudiendo ser suma, ni resta, ni división, tiene que ser multiplicación, uno de los amigos de Sañudo se echó a reír.

—¿Por qué se ríe usted? —le preguntó Andrés, sorprendido.

—Porque en todo eso que dice usted hay una porción de sofismas y de falsedades.

Primeramente hay muchas más funciones matemáticas que sumar, restar, multiplicar y dividir.

—¿Cuáles? —Elevar a potencia, extraer raíces... Después, aunque no hubiera más que cuatro funciones matemáticas primitivas, es absurdo pensar que en el conflicto de estos dos elementos la energía de la vida y el cosmos, uno de ellos, por lo menos, heterogéneo y complicado, porque no haya suma, ni resta, ni división, ha de haber multiplicación. Además, sería necesario demostrar por qué no puede haber suma, por qué no puede haber resta y por qué no puede haber división. Después habría que demostrar por qué no puede haber dos o tres funciones simultáneas. No basta decirlo.

—Pero eso lo da el razonamiento.

—No, no; perdone usted —replicó el estudiante—. Por ejemplo, entre esa mujer y yo puede haber varias funciones matemáticas: suma, si hacemos los dos una misma cosa ayudándonos; resta, si ella quiere una cosa y yo la contraria y vence uno de los dos contra el otro; multiplicación, si tenemos un hijo, y división si yo la corto en pedazos a ella o ella a mí.

—Eso es una broma —dijo Andrés.

—Claro que es una broma —replicó el estudiante—, una broma por el estilo de las de su profesor; pero que tiende a una verdad, y es que entre la fuerza de la vida y el cosmos hay un infinito de funciones distintas: sumas, restas, multiplicaciones, de todo, y que además es muy posible que existan otras funciones que no tengan expresión matemática…./…

Y continúa: …/… Todas estas fórmulas matemáticas y su desarrollo no eran más que vulgaridades disfrazadas con un aparato científico, adornadas por conceptos retóricos que la papanatería de profesores y alumnos tomaba como visiones de profeta…./…

Más adelante: …/… Las proposiciones matemáticas y lógicas son únicamente las leyes de la inteligencia humana; pueden ser también las leyes de la naturaleza exterior a nosotros, pero no lo podemos afirmar. La inteligencia lleva como necesidades inherentes a ella, las nociones de causa, de espacio y de tiempo, como un cuerpo lleva tres dimensiones. Estas nociones de causa, de espacio y de tiempo son inseparables de la inteligencia, y cuando ésta afirma sus verdades y sus axiomas “a priori”, no hace más que señalar su propio mecanismo…./…

—Cierto, fuera de la verdad matemática y de la verdad empírica que se va adquiriendo lentamente, la ciencia no dice mucho. Hay que tener la probidad de reconocerlo..., y esperar.

—¿Y, mientras tanto, abstenerse de vivir, de afirmar? Mientras tanto no vamos a saber si la República es mejor que la Monarquía, si el Protestantismo es mejor o peor que el Catolicismo, si la propiedad individual es buena o mala; mientras la Ciencia no llegue hasta ahí, silencio.

—¿Y qué remedio queda para el hombre inteligente?

Hombre, sí. Tú reconoces que fuera del dominio de las matemáticas y de las ciencias empíricas existe, hoy por hoy, un campo enorme a donde todavía no llegan las indicaciones de la ciencia. ¿No es eso?

—Sí.

—¿Y por qué en ese campo no tomar como norma la utilidad?

—Lo encuentro peligroso —dijo Andrés—. Esta idea de la utilidad, que al principio parece sencilla, inofensiva, puede llegar a legitimar las mayores enormidades, a entronizar todos los prejuicios.

—Cierto, también, tomando como norma la verdad, se puede ir al fanatismo más bárbaro. La verdad puede ser un arma de combate.

—Sí, falseándola, haciendo que no lo sea. No hay fanatismo en matemáticas, ni en ciencias naturales. ¿Quién puede vanagloriarse de defender la verdad en política o en moral? El que así se vanagloria, es tan fanático como el que defiende cualquier sistema político o religioso. La ciencia no tiene nada que ver con eso; ni es cristiana, ni es atea, ni revolucionaria, ni reaccionaria.

—Pero ese agnosticismo, para todas las cosas que no se conocen científicamente, es absurdo, porque es antibiológico. Hay que vivir. Tú sabes que los fisiólogos han demostrado que, en el uso de nuestros sentidos, tendemos a percibir, no de la manera más exacta, sino de la manera más económica, más ventajosa, más útil. ¿Qué mejor norma de la vida que su utilidad, su engrandecimiento?.../…

¿Comprender? ¿Explicarse las cosas? ¿Para qué? Se puede ser un gran artista, un gran poeta, se puede ser hasta un matemático y un científico y no comprender en el fondo nada. El intelectualismo es estéril…./…

 

(Ver el documental de TVE Creadores del siglo XX: El mundo de los Baroja).

La admiración por el escritor entre sus colegas fue casi unánime -a pesar de sus trifulcas-: desde Hemingway a John Dos Passos y desde Camilo J. Cela a Azorín no fueron más que cantores de alabanzas al escritor vasco. Al fin, fue un hombre sabio y uno de los más grandes escritores de nuestra literatura . Pesimista o realista (“No existe verdad política y social. La misma verdad científica, matemática, está en entredicho, y si la Geometría puede tambalearse sobre las bases sólidas de Euclides,¿qué no les puede pasar a los dogmas éticos de nuestra sociedad?”), fue un intelectual que participó en la vida política, se posicionó, intervino –más de pensamiento que de obra-, pero no estuvo quieto ni ausente.¡Todo un intelectual! Desde aquí nuestro reconocimiento. AMJ


450 años del nacimiento de Williams Shakespeare.

Un 23 de Abril, pero  de 1664, nació William Shakespeare –aunque sólo se conoce que fue bautizado tres días más tarde-, posiblemente el más grande dramaturgo de la historia. 450 años se cumplen del nacimiento de una figura única en la historia de la literatura, pero, a la vez, el misterio rodea su figura: todavía se especula con quién fue en realidad el escritor.

 Autor entre otras obras destacaremos: Romeo y Julieta, El mercader de Venecia, Hamlet, Otelo, El Rey Lear y Macbeth. Su relación con la ciencia es escasa y con las matemáticas, más aún. Pero les dejamos con un  vídeo-pueden activarse los subtítulos en español- en el que se estudia un poema suyo desde un punto de vista “numérico”: "la poesía es una forma extrema de juegos de palabras en las que los números dictan la estructura general".


También traemos por aquí un problema que aparece en El mercader de Venecia:

 Porcia tenía tres cofres, uno de oro, otro de plata y otro de plomo, y colocó su retrato en uno de ellos. El pretendiente tenía que elegir un cofre y si éste contenía el retrato podría elegir a Porcia por esposa. En la tapa de cada cofre había una inscripción para ayudar al pretendiente:

ORO: El retrato está en este cofre.

PLATA: El retrato no está aquí.

PLOMO: El retrato no está en el de oro.

Porcia explicó al pretendiente que de las tres inscripciones, a lo sumo una era verdad. ¿Cuál debe elegir el pretendiente? La solución en Mathmet.com 


También el 23 de Abril celebramos el Día Internacional del Libro

Terminamos sonriendo un poco -con Forges, siempre-, pero tal como está la cosa….. AMJ

Libros Forges

Ha muerto Gabriel García Márquez, genio de la Literatura Universal.


Ha muerto Gabriel García Márquez, genio de la literatura universal. Nacido en Aracataca en 1927, ha muerto en México el pasado 17 de Abril, uno de los más grandes escritores en lengua castellana de todos los tiempos. Novelista, cuentista, guionista y periodista colombiano fue Premio Nobel de Literatura en 1982. El realismo mágico –cuya obra cumbre es Cien años de soledad- lo elevó a la cima de la Literatura mundial. Obras como  El coronel no tiene quien le escriba, Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera o El General en su laberinto forman parte de una obra inmensa, con una prosa irrepetible, acompañada de una multitud de premios y reconocimientos. Su postura de acercamiento y amistad con el líder cubano Fidel Castro creó controversias entre sus seguidores. Mejor que nosotros, son sus compañeros, pensadores, escritores y periodistas, con los que enlazamos, que ensalzan su obra: William Ospina , Juan Cruz (La mirada infinita y Cien años y tres días de soledad ), Ángeles Mastreta( Nube viajera); Almudena Grandes (Gabo, aquel 7 de Mayo), Fernando Iwasaki (El mundo de Gabo) y Especial en El País   y Especial en El Mundo.

 Nosotros, desde este blog, le homenajeamos con unos breves textos donde las matemáticas y la ciencia son narradas con una pulcritud exquisita. Veamos:

 En Cien años de soledad escribió: 

.../...De su puño y letra escribió una apretada síntesis de los estudios del monje Hermann, que dejó a su disposición para que pudiera servirse del astrolabio, la brújula y el sextante. José Arcadio Buendía pasó los largos meses de lluvia encerrado en un cuartito que construyó en el fondo de la casa para que nadie perturbara sus experimentos. Habiendo abandonado por completo las obligaciones domésticas, permaneció noches enteras en el patio vigilando el curso de los astros, y estuvo a punto de contraer una insolación por tratar de establecer un método exacto para encontrar el mediodía. Cuando se hizo experto en el uso y manejo de sus instrumentos, tuvo una noción del espacio que le permitió navegar por mares incógnitos, visitar territorios deshabitados y trabar relación con seres espléndidos, sin necesidad de abandonar su gabinete. .../...

 En Diálogo del espejo (1949) escribió

 .../...Sobre la cinta de cuero se levantó llenando de cortantes orillas, de helados metales; y la nube -desvanecida ya- le mostró de nuevo la otra cara, turbia de complicaciones físicas, de leyes matemáticas, en las que la geometría in­tentaba una nueva manera de volumen, una for­ma concreta de la luz. Allí, frente a él, estaba el rostro, con pulso, con latidos de su propia presencia, transfigurado en un gesto, que era simultáneamente, una seriedad sonriente y bur­lona, asomada al otro cristal húmedo que ha­bía dejado la condensación del vapor. .../...


 Y en sus memorias, volumen1 –infancia y juventud  hasta el matrimonio- , de Vivir para contarla (2002)  donde traza su negación para la ciencia matemática y lo explica así de bien:

 Este ambiente sólo era posible por la clase de maestros que en general permitían una fácil relación personal. Nuestro profesor de matemáticas, con su sabiduría y su áspero sentido del humor, convertía las clases en una fiesta temible. Se llamaba Joaquín Giraldo Santa y fue el primer colombiano que obtuvo el título de doctor en matemáticas. Para desdicha mía, y a pesar de mis grandes esfuerzos y los suyos, nunca logré integrarme a su clase. Solía decirse entonces que las vocaciones poéticas interferían con las matemáticas, y uno terminaba no sólo por creerlo, sino por naufragar en ellas. La geometría fue más compasiva tal vez por obra y gracia de su prestigio literario. La aritmética, por el contrario, se comportaba con una simplicidad hostil. Todavía hoy, para hacer una suma mental, tengo que desbaratar los números en sus componentes más fáciles, en especial el siete y el nueve, cuyas tablas no pude nunca memorizar. De modo que para sumar siete y cuatro le quito dos al siete, sumo el cuatro al cinco que me queda y al final vuelvo a sumar el dos: ¡once! La multiplicación me falló siempre porque nunca pude recordar los números que llevaba en la memoria. Al álgebra le dediqué mis mejores ánimos, no sólo por respeto a su estirpe clásica sino por mi cariño y mi terror al maestro. Fue inútil. Me reprobaron en cada trimestre, la rehabilité dos veces y la perdí en otra tentativa ilícita que me concedieron por caridad.

 

 


  Este inventor fabuloso –de fábulas-, comprometido políticamente, tierno y sencillo –“Yo sólo vivo para que me quieran mis amigos”- ha dejado este mundo, pero su obra nos acompañará siempre. Descanse en paz. AMJ 



Felipe Benítez Reyes,

     

Felipe Benítez Reyes, escritor español, nacido en Rota(Cádiz) es autor de una obra variada que engloba ensayo, novela, poesía, relato y artículos de opinión. Varias veces premiado: el  Nadal de novela, el Julio Camba de periodismo, el Ateneo de Sevilla de novela o el premio Nacional de Literatura, entre otros. Lo traemos por aquí por este texto de El pensamiento de los monstruos, donde define el secreto del amor:

 “En determinada medida, al menos, me parece que el secreto del amor es el resultado de una operación matemática relativamente simple: sumar un deseo indefinido y un cuerpo adecuado, multiplicar el resultado por un número variable de espejismos, sacar la raíz cuadrada de todo eso y, finalmente, dividir el resultado por la suma de esa otra atracción a la que llamamos Realidad; dos abstracciones, dicho sea de paso, que tienen la facultad de ir poniendo las cosas en su sitio y que convierten en inútil esa absurda secuencia matemática que acabo de exponer.”

 Muy acertado y preciso. AMJ

Homenaje a Antonio Machado, en el 75º aniversario de su muerte.

 

Hoy, 22 de Febrero, hace 75 años que murió uno de los más grandes poetas en lengua española de todos los tiempos, Antonio Machado. Qué decir de un español hasta los tuétanos, que tuvo que morir lejos de su tierra, "ligero de equipaje", pero que dejó una herencia literaria inigualable. Republicano por los cuatro costados, tuvo que huir de esta España cainita:

Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios.
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.(En la voz de J.M. Serrat)

En 1936 publicó un libro, Juan de Mairena, donde un profesor de gimnasia, retórica y poética de secundaria  pontifica sobre casi todo. Y algunas veces, consecuentemente, se “metía en camisa de once varas”. Veámoslo. En unas aseveraciones de lógica matemática escribe:

 “La serie de los números pares es justamente la mitad de la serie total de números. La serie de los números impares es exactamente la otra mitad. La serie de los pares y la serie de los impares son -ambas- infinitas. La serie total de los números es también infinita. ¿Será entonces doblemente infinita que la serie de los números pares y que la serie de los impares? Sería absurdo pensarlo, porque el concepto de infinito no admite ni más ni menos. ¿Entonces, las partes -la serie par y la impar-, serán iguales al todo? Átenme ustedes esa mosca por el rabo y díganme en qué consiste lo sofístico de este argumento.

 Más adelante  vuelve sobre el tema:

En nuestra lógica carece de sentido afirmar que el todo sea mayor que la parte como demostramos o pretendimos demostrar. Porque nuestro pensar pretende ser pensar de lo infinito, y lo infinito, o no tiene partes, o, si las tiene, son también infinitas, y no puede haber un infinito mayor que otro. Esto de ningún modo”.

 Aunque sabía de lo que estaba hablando, al parecer las teorías de Cantor llegaron tarde a España –el retraso científico español ha sido secular- y esos conceptos de infinito, ya manejados por el matemático, admitían distintos cardinales –“No todos los conjuntos infinitos eran equipolentes”-.

 En otras frases de Juan de Mairena afirma:

 “Pero dejemos a los relojes, instrumentos de sofística que pretenden complicar el tiempo con la matemática. En cuanto poetas, deleitantes de la poesía, aprendices de ruiseñor, ¿qué sabemos nosotros de la matemática? Muy poco. Y lo poco que sabemos nos sobra. Ni siquiera han de ser nuestros versos sílabas contadas, como en Berceo, ni hemos de medirlos, para no irritar a los plectros juveniles. Y en cuanto metafísicos, -he aquí lo que nosotros quisiéramos ser-, en nada hemos de aprovechar la matemática, porque nada de lo que es puede contarse ni medirse. Nuestros relojes nada tienen que ver con nuestro tiempo, realidad última de carácter psíquico, que tampoco se cuenta ni se mide. Cierto que nuestros relojes pueden ñoñificárnosla –perdonadme  el vocablo- hasta hacérnosla pensar como una trivial impaciencia por que suene el tac, cuando ha sonado el tic. Pero esto es más bien una ilusión que nosotros pensamos que se hacen los relojes, y que carece en absoluto de fundamento”.

  

Siendo niño, representado por su abuela

 [Antonio+Machado+5+ultima+foto.jpg]

Última foto.

Pasando a la poesía, donde fue un excelso escritor, minucioso y sencillo, dejamos estos dos excelentes poemas:

 

 

De Proverbios y Cantares:

 

 (XXXV)

Ya maduró un nuevo cero,
que tendrá su devoción:
un ente de acción tan huero
como un ente de razón.

(XXIV)


De diez cabezas, nueve
embisten y una piensa.
Nunca extrañéis que un bruto
se descuerne luchando por la idea

 

 Al gran cero

(Del apócrifo Abel Martín)

Cuando el Ser que se es hizo la nada
y reposó, que bien lo merecía,
ya tuvo el día noche, y compañía
tuvo el hombre en la ausencia de la amada.

Fiat umbral Brotó el pensar humano.
y el huevo universal alzó, vacío,
ya sin color, desubstanciado y frío,
lleno de niebla ingrávida, en su mano.

Toma el cero integral, la hueca esfera,
que has de mirar, si lo has de ver, erguido.
Hoy que es espalda el lomo de tu fiera,

y es el milagro del no ser cumplido,
brinda, poeta, un canto de frontera
a la muerte, al silencio y al olvido.              

Muchos cantautores han interpretado poemas suyos, Veamos un par de ellos. Joan Manuel Serrat e Hilario Camacho hicieron maravillas con ellos:

Cantares  

 Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.

Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.
.../...          

 

El agua en sus cabellos.

Desgarrada la nube ; el arco iris
brillando ya en el cielo,
y en un fanal de lluvia
y sol el campo envuelto.

Desperté. ¿ Quién enturbia

los mágicos cristales de mi sueño?
Mi corazón latía
atónito y disperso.
...¡El limonar florido,
el cipresal del huerto,
el prado verde, el sol, el agua, el iris...,
¡el agua en tus cabellos!...

Y todo en la memoria se perdía
como una pompa de jabón al viento

Sirvan estos trozos para recordar en este día, 22 de Febrero, al genial poeta sevillano de la generación del 98, que como muchos otros, tuvo que morir en el exilio. Un poeta de lenguaje sencillo y transparente, de una calidad humana suprema y un amor a su pueblo y fidelidad a sus principios, encomiables. Otro andaluz universal. AMJ