El precio y el número siempre van unidos.
Siempre el precio y el número van unidos desde el principio de la humanidad. Los retratistas del siglo XVI en los Países Bajos cobraban según el número de personas que entraban en el cuadro. Además cobraban según la colocación: en el centro era, evidentemente, más caro. Así, algunos se hicieron de oro.
Sorprendente, pero, lógico. AMJ
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