A Gottfried Wilhelm von Leibniz, hoy, 14 de Noviembre, en los 300 años de su muerte.
Hoy, 14 de Noviembre, hace exactamente 300 años que murió Gottfried Wilhelm von Leibniz, el gran filósofo y matemático –entre otras especialidades- alemán. Uno de los grandes pensadores de los siglos XVII y XVIII realizó muy importantes contribuciones en los campos de la Filosofía –metafísica, epistemología, lógica,…-la Jurisprudencia, la Física, la Geología y cómo no, a las Matemáticas . Aunque enfrentado a él, Diderot llegó a escribir: "Quizás nunca haya un hombre que haya leído tanto, estudiado tanto, meditado más y escrito más que Leibniz... Lo que ha elaborado sobre el mundo, sobre Dios, la naturaleza y el alma es de la más sublime elocuencia. Si sus ideas hubiesen sido expresadas con el olfato de Platón, el filósofo de Leipzig no cedería en nada al filósofo de Atenas."
Aunque deberemos estudiarlo más en profundidad, podemos decir que Leibniz inventó el cálculo infinitesimal, sin conocer ningún trabajo del realizado por Newton -¡aunque en esto no hay unanimidad entre los historiadores de la Ciencia!- y la notación que hoy se emplea es la que él creó. Fue el 11 de Noviembre de 1675 cuando utilizó por primera vez el cálculo integral para calcular el área bajo una curva de una función y= f(x): a él se debe la S alargada como el signo de la integral. Desde 1711 hasta su muerte, cinco años más tarde, dedicó su vida a la disputa con Newton sobre la invención del cálculo o sólo había inventado una notación para las ideas de Newton. También inventó el sistema binario, un adelanto de todo el lenguaje de las computadoras actuales.
Contribuyó igualmente a otras muchas ramas de la matemática: perfeccionó el simbolismo combinatorio, utilizó el término imaginario para los números complejos, primeras referencias occidentales a los determinantes, es el iniciador del cálculo geométrico y de la topología.
Toda la disputa sobre el descubrimiento del Cálculo hizo a los matemáticos dividirse: los británicos apoyaron a Newton y los continentales a Leibniz. Las investigaciones llevadas a cabo entonces llegaron a la conclusión que los dos habían descubierto el cálculo infinitesimal, pero Newton lo hizo primero; aunque el método –y la notación- eran muy superiores los de Leibniz.
Leibniz murió en Hannover, habiendo caído en desgracia en la Corte y no asistió a su funeral ningún cortesano, ni incluso las Academias de la Ciencias a las que pertenecía se dignaron a honrar su memoria. Su tumba permaneció en el anonimato durante bastante tiempo, hasta que fue recordado por la Academia de Francia.
Evidentemente Leibniz ocupa un lugar relevante tanto en la Historia de la Filosofía y de las Matemáticas. Desde aquí lo recordamos en los 300 años de su muerte. AMJ
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