Tiempo de caracoles.
¡En el Sur es tiempo de caracoles!. No hay bar de Sevilla que no ofrezca una buena tapa de caracoles, cabrillas,... cocinados de mil maneras distintas y apetecibles todas.También en otras comunidades españolas, como la valenciana y catalana son una exquisitez(como la variedad vaqueta, muy buscada y cara). Rebuscando por ahí nos encontramos que los caracoles(escargots para nuestros amigos franceses, también muy apreciados por ellos) presentan alguna propiedad matemática muy interesante: su concha forma una espiral logarítmica:
Incluso la pueden presentar en forma esférica o alargada y cónica, que es debida a la tasa de crecimiento, ya que el volumen disponible para el cuerpo se maximiza(globo) o minimiza(forma cónica) debido, fundamentalmente, a su alimentación:
Pero siguiendo husmeando por ahí nos encontramos con el blog Images des Mathématiques en el que aparece una entrada sobre los caracoles. Pero ahora no se trata de un estudio sobre una especie(terrestre o marina), un tipo, su sentido de giro de la concha(dextrógiro o levógiro)... sino que entre los caracoles de los setos y jardines, en Francia, sus conchas están "decoradas".¡Y muy bien que lo están! De tal manera que es difícil encontrar iguales. Así los especialistas pueden distinguir entre 32 y 300 especies "decoradas distintas":
Los distintos tipos de bandas de decoración, por grosor y alineación dan lugar a esta tabla:
Todo ello de la revista La Hulotte, francesa.(Y el artículo de los caracoles, aquí, y si mezclamos colores y "decorados" hay más de 17.000 "trajes diferentes"). No sabíamos que podía haber tantos tipos distintos. ¡La verdad es que no pensamos tanto ante una tapa(plato) de caracoles! ¡Faltaría más! En ocasiones los matemáticos nos complicamos la vida intentando explicar lo que la naturaleza nos presenta, pero la mayoría de las veces disfrutamos de ella, en este caso de los caracoles, que a algunos nos gustan.
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