Antonio Luigi G. Cremona, el matemático revolucionario y ministro.
Entre los investigadores de la Ciencia Matemática, de alguna relevancia, pocos hay que hayan ocupado altas instancias de los poderes del Estado. Entre ellos está Luigi de Cremona, que murió un día como hoy,10 de Junio, de 1903.
Nació en la Lombardía controlada por Austria,y aunque su padre murió cuando el tenía 11 años y por tanto su educación sufrió altibajos notables , no le impidió ser un estudiante cualificado. Ya a los 18 años se incorporó al batallón de "Italia libre", de nacionalistas italianos, para luchar contra la ocupación austríaca. Llegó a ser sargento en dicho batallón, pero a su vuelta a la vida civil se le impidió dedicarse a la docencia por su pasado revolucionario mientras duró dicha ocupación.
Fue Catedrático en Roma en 1877 y aceptó el puesto de Senador,por presiones políticas y en reconocimiento a su patriotismo desde su juventud, en 1879, lo que lo alejó de su actividad académica, científica e investigadora. Comenzó aquí su carrera política, llegando a ser vicepresidente del Senado italiano. El cénit de su carrera llegó en 1898 cuando fue nombrado Ministro de Educación, puesto en el que duró sólo 30 días, debido a los tiempos convulsos que vivió Italia en esos días.Pero en tan poco tiempo le dió lugar a trabajar sobre la eliminación de leyes en vigor por las que se perseguía disciplinariamente a los maestros. Trabajó más tarde en el Ministerio de Obras Públicas como presidente de dos importantes comisiones de investigación, trabajando siempre con el habitual rigor que lo hizo siempre, cualidad de todo matemático que se precie.Murió de una enfermedad cardíaca que le afectó durante largo tiempo.(Ver biografía muy completa en http://it.wikipedia.org/wiki/Luigi_Cremona).
No es lo corriente que un matemático ,si es de alguna relevancia, ocupe el poder. A lo largo de la Historia o han sido ignorados o perseguidos por éste. Al profesor Cremona lo hemos traído aquí por esto: por ser un profesor , definido como tranquilo, riguroso, inteligente y emocionante a veces. Esta cualidades, muy comunes a esta dedicación científica, las trasladó a la política, y puesto que en la política de aquellos tiempos, y no digamos en los de ahora, la rigurosidad y el buen hacer no era la práctica común, las dificultades, las discusiones políticas, el empecinamiento sectarista y un número de sinsabores, hicieron de su paso por el poder casi un calvario.AMJ.
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