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Matemolivares

Carmen Conde, una mujer poeta "a contracorriente".

Carmen Conde (Cartagena, 1907; Madrid,1996), maestra, poeta y narradora española. Autora de más de un centenar de libros, fue la primera mujer Académica de la Real Academia Española de la Lengua (RAE), y fundó en 1931 la primera Universidad Popular de Cartagena. Comenzó trabajando como auxiliar delineante de la Sociedad Española de Construcción Naval. Su posterior dedicación al Magisterio y su  colaboración con la prensa local hizo de Carmen Conde una escritora profunda. Su posterior relación homosexual hizo que su vida y su obra “se van a ver definidas por esa batalla interior que Carmen hubo de librar hasta el final de sus días, una lucha íntima, secreta acaso, entre las sombras del pasado y el presente junto a Amanda Junquera”. Después de la Guerra Civil la obra literaria de Carmen Conde es profusa. Y en 1978 ingresa en la Academia, ocupando el sillón “k”, pronunciando el discurso Poesía ante el tiempo y la inmortalidad. En los últimos años de su vida lega todo su patrimonio literario a la ciudad de Cartagena. Entre otros, obtuvo el Premio Nacional de Poesía en 1967 y el del Ateneo de Sevilla en 1980. Un extracto de su obra en Amediavoz.com .

 

La traemos aquí, a Matemolivares, por el poema:

 Límite

Esfera ceñida de esferas que no pueden

escapar de la esfera única.

Manos esféricas ciñéndose a unas piernas
que se abrazan redondas, perfectísimas.

Si esta esfera que soy ya, que fui yo siempre,
desgajara de sí un anillo y lo arrojara,
se caería
cogido por un extremo, prolongándose
hasta pisar el polvo.

Ondularía siglos, y su música
subiría por temblores a la esfera
que le retiene siempre jamás, tan suyo.

Sería vertical, hasta que un siglo
la curva reclamara ser redonda
desde un albor sin ritmo.
Subiría otra vez a ser anillo,
anegándose por amor de querencia inmarchitable,
en la esfera total.

Yo he sido anillo,
tembloroso al caer, y erguida
me dejaba correr desde los tiempos...

Mas la esfera sintió que al fin mi esencia
debía descansar en lo redondo.

 


 

 Desde estas humildes líneas, el reconocimiento a una mujer con mayúsculas, que abrió puertas y cerró incomprensiones. Su vida no fue fácil, como la de cualquier mujer de su tiempo, pero supo mantener firme el timón de su vida y tanto que lo logró. AMJ

1 comentario

Anónimo -

eeeoooo