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Matemolivares

Miguel Delibes: párrafos matemáticos.

Miguel Delibes (Valladolid, 1920:2010) ha sido uno de los grandes escritores en lengua castellana de todos los tiempos. Periodista en sus comienzos, terminó como novelista excelente. Premiado con multitud de galardones, de los que citamos el Premios Nadal, el Cervantes, el Príncipe de Asturias   de las Letras, entre muchos otros. Recordamos todos novelas como La sombra del ciprés es alargada, El camino, Cinco horas con Mario, Los santos inocentes,….algunas de las cuales fueron llevadas al cine, con bastante éxito. Escribió infinidad de artículos, ensayos, relatos e incluso libros de viaje y de caza. Estuvo siempre a las puertas del Nobel de Literatura, ¡pero no pudo ser! 

             

 Traemos hoy aquí un extracto de una novela suya Las ratas de 1962, llevada al cine en 1996 por Antonio Giménez Rico. En esta novela, que obtuvo el Premio Nacional de la Crítica, narra la vida en un pueblo castellano, alejado de la capital, en el que el latifundismo marca el existir de los lugareños, sometidos al tirano terrateniente. El protagonista es un niño, que vive con su padre, que se dedica a cazar ratas para sobrevivir. Los conocimientos tan avanzados del menor le hace que sea tomado en el pueblo como un oráculo: todo el mundo le consulta sus dudas, sus problemas,…

De esa novela  extraemos este relato impregnado de matemáticas por todos lados:

  "Desde que tuvo uso de razón, el Nini siempre oyó decir que la señora Clo, la del Estanco, era la tercera rica del pueblo. Delante estaban don Antero, el Poderoso, y doña Resu, el Undécimo Mandamiento. Don Antero, el Poderoso, poseía las tres cuartas partes del término; doña Resu y la señora Clo sumaban, entre las dos, las tres cuartas partes de la cuarta parte restante; y la última cuarta parte se la distribuían, mitad por mitad, el Pruden y los treinta vecinos del lugar. Esto no impedía a Don Antero, el Poderoso, manifestar frívolamente en su tertulia de la ciudad que "por lo que hacía a su pueblo, la tierra andaba muy repartida".

                

 La situación de las tierras del pueblo queda bastante clara, pero el autor ha querido trasladarnos el reparto tan injusto producido, siendo la propiedad de ellas mayormente de una persona. Podríamos plantearnos aquí si todo ello es por una figura literaria utilizada por el escritor, o una manera de burlar la censura. Recuerden que estamos en 1962 y aunque aquello esté muy lejos, la censura existió. ¡Y tanto que existió!

 En su libro Vivir al día(1968), que fue una recopilación de artículos periodísticos, había uno titulado "La mantisa" y él escribió:«La mantisa -¡oh dulce y hermosa palabra!- anda perdida ahí, en el frondoso bosque de los coeficientes y los logaritmos, los axiomas y los postulados, como una Mata-Hari de las bellas letras, paracaidista en la retaguardia de los números sin corazón».

 Sencillamente, ¡qué bien escribía!

 Como hemos afirmado en multitud de ocasiones las Matemáticas y las Letras no van separadas, sólo lo está su didáctica. AMJ

1 comentario

mm aa -

muy bien