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María Gaetana Agnesi y la bruja matemática.

María  Gaetana Agnesi  y la bruja matemática.

No. No es lo que algunos profanos podrían pensar. No se trata de ninguna bruja sino de una curva. Pero ¡que pases a la Historia por una curva que no descubriste y por un nombre: la bruja, procedente de una mala traducción tiene guasa! Pero sobre todo porque se pasa por alto toda la labor de una divulgadora prodigiosa y por obviar su pertenencia, con mayúsculas, a la historia de lucha de la mujer por equiparar sus derechos a los de los hombres.

¿Quién era entonces María Gaetana Agnesi? Nacida en Milán en Mayo de 1718 fue la mayor de ¡¡21 hermanos!! Su padre Pietro Agnesi, que tuvo tres esposas, acaudalado e ilustrado hombre de negocios propició el desarrollo intelectual de María, la niña prodigio, proporcionándole profesores particulares y tertulias científicas que hicieron de ella una de las más preciadas cabezas pensantes de la Italia del XVIII. La precocidad de la infanta es indiscutible, a pesar de la ampulosidad de sus biógrafos (algunos la convierten en políglota ya con 5 años), pero, sin lugar a duda, antes de los trece años dominaba latín, griego, español, francés, hebreo y alemán. Algunas veces las intenciones de los padres de exhibir las capacidades de sus retoños han abundado a lo largo de la historia y en nuestro caso llegaron a convertirse casi en “funciones circenses”: lo mismo explicaba las funciones del cuerpo humano o las diferencias de las teorías heliocéntricas y geocéntricas, que igualmente daba explicaciones científicas sobre las mareas o recitaba un poema, en latín, de un autor romano.

En toda su formación la ciencia y la religión anduvieron unidas. Sus preceptores y educadores fueron siempre religiosos; formaban así un catolicismo ilustrado. El jesuita y geómetra Saccheri, el monje matemático Rampinelli y el jesuita matemático Ricatti formaron un tridente católico y matemático que llevaron a nuestra María, ya casi adulta, a conjugar una unión de Matemáticas y religión que no dejó el resto de su vida. Su intención, consecuentemente, de entrar en un convento no fue el desenlace alocado de una mujer solitaria, retraída e introvertida sino el resultado de una vida dominada, casi, por los hábitos y la contemplación, que únicamente la muerte de su madre-en el parto de su 8º hijo- comprometió a nuestra prócer al cuidado de su padre y de sus hermanos, los existentes y los venideros -vendrían 13 mas-. A cambio obtuvo el compromiso de su padre de no forzarla a más exhibiciones, bailes de sociedad,… y permitirle llevar una vida de estudio y recogimiento en su propia casa.

Ahí tenemos entonces a una María Agnesi “ama de casa”, dedicada al cuidado de sus hermanos e invadida por la tristeza y la aflicción de perder a la mayoría de ellos- la mortalidad infantil en esa época era elevadísima -. Pero en una casa acaudalada su presencia y dedicación al cuidado de la casa y de la familia no era absoluta: tenía tiempo para estudiar, publicar, avanzar,… en todo tipo de estudios en los que se embarcó. Cuando tiene ya 32 años, en 1750, enferma su padre y el papa Benedicto XIV, amante de las matemáticas (¡qué raro, pero hubo algunos con esta inclinación científica , por ejemplo Gerbert D’Aurillac , matemático, que fue el Papa Silvestre II) y conocedor de las obras de María, le ofrece la Cátedra de Matemáticas de la Universidad de Bolonia, por su mérito y valía matemática. Parece que nunca la ocupó y muerto su padre el compromiso adquirido con él llega a su conclusión: la Teología y las obras de caridad ocupan su vida terminando en la miseria. Muere en 1799 en el Hospicio Trivulzio de Milán, institución de beneficencia, que dirigía. Reposa su cuerpo en una fosa común junto a 15 mujeres más.

Una anécdota que se cuenta de ella –no sabemos si verdadera- es que era sonámbula y algunas noches dejaba sobre la mesa un problema sin resolver. Cuando se levantaba por la mañana, el problema estaba resuelto: al parecer ¡¡mientras dormía lo había resuelto!!

La hemos traído aquí por su contribución y avance al estudio y divulgación de Matemáticas, aunque desde la muerte de su padre y roto, por lo tanto su compromiso, parece que las matemáticas pasan a segundo plano. Más bien las estuvo tratando como entretenimiento o un simple pasatiempo. ¡Cuánto hubiese avanzado si lo hubiese tomado como su actividad principal!

File:Il frontispizio delle Instituzioni analitiche dell’ Agnesi.png

Su contacto con la familia Ricatti ejerce tal influencia sobre ella que la empujan a la edición y publicación de Instituzioni analitiche ad uso della gioventu italiana. Este libro, en dos tomos, es considerado el primer libro de texto, incardinando en una secuencia lógica todos los conocimientos matemáticos, hasta entonces, que permanecían dispersos por libros y manuales de todo tipo; crea el texto completo que estudia y enlaza de manera lógica tanto el cálculo diferencial e integral como las ecuaciones diferenciales y la geometría y el álgebra, así como toda la notación y simbología matemática, que se utiliza hasta nuestros días. La concisión, la claridad y la minuciosidad de todo su estudio son asombrosas, aunque es normal que tuviese algunas lagunas, que afloraban sus críticos. En 1775 se publica en Paris la edición francesa y la edición inglesa en 1801.

Pertenece, por mérito propio, a la historia de las Matemáticas, pero es más conocida por la curva: la bruja de Agnesi, que ya había sido estudiada por Fermat en 1703 y había sido representada y construida en 1718 por Grandi. Ella la introdujo en su famoso libro y ello la catapultó a la fama. Pero ¿de dónde proviene lo de bruja? Veamos. Grandi llamó a la curva versoria, en latín; y versiera en italiano, que significa cuerda que hacer girar la vela (en un barco). Agnesi escribió de la curva llamándola la versiera (le puso el artículo). Su traductor en la edición inglesa (John Colson) le llama witch (la bruja, ¡¡quizás pudo ser una broma del traductor!!) porque confunde, dado su poco conocimiento del italiano versiera por avversiera (que significa “demonia” o bruja). Así que ya tenemos el entuerto. El idioma español traduce del inglés La bruja, y ya, nuestra curva, se quedó con su apodo, para el resto de los días. La verdad es que es curiosa la historia, pero las historias de la historia de la ciencia tienen, a veces, entramados como este. La curva es:

curva de Agnesi  y=frac{a^3}{x^2+a^2}

Representa a una curva con asíntota horizontal el eje OX y que tiene su máximo en x=0, es decir (0,a), que puede verse y construirse en Geogebra.org. La gráfica es:

Durante la Edad Media en muchos países europeos la educación superior para las mujeres fue tratada con una oposición furibunda: fueron privadas de los cauces fundamentales del aprendizaje de las enseñanzas superiores, que se circunscribía, prácticamente, a conventos y monasterios. Tras la caída de Constantinopla, los científicos y eruditos llegan y se instalan en Roma y la aceptación de la mujer va progresando en Italia y en resto de Europa (aunque más lentamente).

En Italia, con la llegada del Renacimiento, la mujer tiene acceso al mundo académico, sin apenas cortapisas. Las italianas participan en todas las ramas de las Artes y las Ciencias. Esta apertura tardó bastante tiempo en llegar a las naciones europeas próximas.

Estos avances “feministas” (¡si podemos llamarles así!) en Italia posibilitaron el ingreso de María en la Academia de las Ciencias de Bolonia, de Italia, pero no en la de Francia donde el secretario de la Comisión que le denegó la entrada dijo de su obra:”….No conozco ningún trabajo de este tipo que sea más claro, más metódico o más completo que sus Instituciones analíticas. No hay ninguno en ningún idioma que pueda guiar de manera más segura, conducir con mayor rapidez y llevar más adelante a quienes desean avanzar en las ciencias matemáticas. Admiro en particular el arte con el que reúne usted bajo métodos uniformes las distintas conclusiones dispersas en las obras de los geómetras, y a las que han llegado por métodos diferentes”. Pero incluso con estos elogios ¡la dejaron fuera!

Su figura fue reivindicada en Italia mucho tiempo después. Un siglo más tarde se pusieron nombres de calles y plazas en toda Italia: Milán, Roma, Monza,…; se crearon becas que llevan su nombre; fundaciones,.. Para ver más sobre su biografía y su obra en Wikipedia, divulgamat, gaussianos, y Google docs.com.

2 comentarios

Xxx -

Estaba buena

aportrabajosdematematicas -

Muchas gracias por la biografía , desde luego ayuda a hacer trabaajos de mates